**Vecinos de Fuenlabrada se levantan contra el centro de MENAS: tensión y miedo en la comunidad**
Fuenlabrada se encuentra en estado de alerta máxima tras la creciente indignación de los vecinos contra el centro de acogida de menores, La Cantueña. Este lugar, que inicialmente estaba diseñado para albergar a 70 menores extranjeros no acompañados, ha visto su capacidad desbordada, alcanzando ya los 96 internos, con proyecciones alarmantes que podrían elevar esa cifra a 400 o incluso 500 en los próximos meses.
La frustración de la comunidad no solo se centra en el número de acogidos, sino en el escandaloso gasto público destinado a este centro: 12 millones de euros anuales hasta 2026, 7 millones para remodelaciones y 3 millones adicionales para gastos extraordinarios. Mientras tanto, las familias locales claman por una mejora en servicios básicos como sanidad y seguridad.
“¿Por qué tenemos que acoger a 400? ¿Y por qué en Pozuelo no los quieren?”, cuestiona una vecina, reflejando la creciente desconfianza que invade al barrio. La preocupación se intensifica por las dudas sobre la edad real de muchos internos, lo que ha avivado aún más los ánimos. “Si dicen que tienen 22, 25 años, ese chico no es menor”, afirma un residente, mientras que otros expresan su miedo ante la posibilidad de que la situación empeore.
La cercanía del centro al recinto ferial ha encendido las alarmas, especialmente con las fiestas locales a la vista. “Pueden ir andando y mezclarse sin control”, advierten los vecinos. Los incidentes dentro del propio centro, incluyendo agresiones a educadores, han multiplicado la tensión, llevando a la comunidad a una rebelión contra lo que consideran una imposición política sin diálogo ni medidas de seguridad.
Fuenlabrada se ha convertido en un campo de batalla entre las decisiones gubernamentales y las necesidades de sus ciudadanos. La protesta vecinal apenas comienza, y la incertidumbre sobre el futuro de la comunidad se cierne como una sombra inquietante.