**Ábalos se esconde tras una baja médica para evitar el Congreso mientras la corrupción lo acecha**
En un giro escandaloso de los acontecimientos, José Luis Ábalos, exministro socialista, ha logrado eludir sus responsabilidades parlamentarias utilizando una baja médica que le permite seguir cobrando sin pisar el Congreso. Desde finales de mayo, ha presentado hasta cuatro informes confidenciales que justifican su ausencia en los plenos, todos emitidos por médicos en Madrid, a pesar de residir en Valencia.
La mesa del Congreso, bajo la presidencia de Francol, ha aprobado el voto telemático sin cuestionar la autenticidad de los partes médicos, permitiendo que Ábalos se mantenga alejado del escrutinio público. Esta estrategia no es casualidad; el exministro se encuentra bajo la sombra de la investigación del caso Coldo, que lo vincula con delitos graves como cohecho, blanqueo de capitales y tráfico de influencias.
Inicialmente, intentó justificar su inasistencia con un diagnóstico de depresión, pero fue descartado por su médico. Posteriormente, recurrió a otro especialista que certificó episodios de ansiedad relacionados con su situación judicial. Desde entonces, ha disfrutado de su “convalecencia” en casa, incluso ausentándose del pleno sobre corrupción al que asistió el presidente Pedro Sánchez el pasado 9 de julio.
El Reglamento del Congreso permite sanciones por ausencias reiteradas, pero no se puede retirar su asignación económica, lo que significa que Ábalos puede seguir cobrando sin presentarse. Mientras los ciudadanos españoles enfrentan las consecuencias de la corrupción, él se escuda tras informes médicos y una administración que prefiere mirar hacia otro lado. La impunidad parlamentaria se ha convertido en su mejor aliado, y mientras los españoles trabajan arduamente, Ábalos cobra por no hacerlo. Dimitir como diputado implicaría un riesgo judicial aún mayor, por lo que, por ahora, sigue protegido por el Partido Socialista.