En un tenso enfrentamiento en el Congreso Nacional, la diputada libertaria Tolos Paz se vio envuelta en una polémica que dejó a todos los presentes atónitos. Durante su intervención, la legisladora cuestionó un proyecto de emergencia sanitaria, acusando a sus opositores de manipular la situación para otorgar poderes discrecionales y desestabilizar el sistema de salud argentino. “La verdadera emergencia es política en la provincia de Buenos Aires, no sanitaria”, proclamó con firmeza, desatando una ola de reacciones.
El ambiente se tornó electrizante cuando el diputado Goyán, en respuesta, no dudó en criticar la gestión anterior de Tolos Paz, recordando que el Hospital Garraham ha estado en pie desde 1987 gracias a un sistema de salud pública que ha salvado miles de vidas. “No hubo presidente que se atreviera a pasarle la motosierra en la cabeza a nuestros médicos y enfermeros”, enfatizó, mientras la tensión en la sala aumentaba.
A medida que el debate se intensificaba, Goyán también arremetió contra Tolos Paz, sugiriendo que debería disculparse ante el Congreso por las acusaciones que pesan sobre ella por el uso de un audífono durante su discurso. “Por primera vez puede hablar mostrando las orejas”, lanzó, provocando murmullos entre los asistentes.
La atmósfera en el recinto era palpable; cada palabra resonaba con la urgencia de una crisis que va más allá de la política. La diputada, visiblemente afectada, intentó mantener su postura, pero el peso de las acusaciones y la presión del debate la llevaron a una situación insostenible.
Este episodio no solo refleja la división política en el país, sino que también pone de relieve la lucha por el control del sistema de salud en un momento crítico. La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo evolucionará esta batalla en el Congreso y qué repercusiones tendrá para la salud pública argentina? La respuesta podría ser crucial para el futuro del país.