**Título: El dolor de Georgina Barbarossa resurge: el oscuro pasado de su marido que sigue causando controversia**
La controversia vuelve a golpear a la querida conductora Georgina Barbarossa, quien se enfrenta a un nuevo escándalo mediático tras la reciente mención de su difunto esposo, Miguel Ángel “El Vasco” Lecuna. Más de dos décadas después de su trágica muerte, los ecos de un crimen sin resolver siguen resonando en la televisión argentina, avivados por comentarios incendiarios de Viviana Canosa.
En un giro inesperado durante su programa, Canosa lanzó una declaración que desató la furia de Barbarossa: “No me hagas contar de qué trabajaba tu marido”. Estas palabras, consideradas hirientes por muchos, no solo reabrieron viejas heridas, sino que también llevaron a Georgina a romper su silencio en “Intrusos”, donde con voz temblorosa expresó su dolor: “Tocar el tema de mi marido es muy bajo. No se toca a los muertos”.
El asesinato de Lecuna, ocurrido en noviembre de 2001, ha estado rodeado de misterio y especulación. La versión oficial habla de un intento de robo violento, pero las sombras de la mafia de los taxis y otros rumores han alimentado la intriga durante años. Sin embargo, lo que más duele a Barbarossa es el impacto de estas insinuaciones en su vida y en la de su familia. “Lo que se dice en la TV repercute y puede afectar vidas”, advirtió, recordando que su dolor no ha encontrado cierre y que el recuerdo de su amado sigue vivo en su corazón.
En medio de esta tormenta, la conductora también se vio forzada a abordar su vida personal, bromeando sobre su relación con un hombre 25 años menor, pero siempre volviendo a la seriedad del tema que más le duele: su esposo. “Lo amaré toda mi vida”, afirmó con firmeza.
Este escándalo no solo pone de manifiesto la falta de respeto hacia el duelo ajeno, sino que también plantea una pregunta inquietante: ¿cuáles son los límites en el mundo del espectáculo? Mientras la memoria de Lecuna sigue siendo objeto de especulación, Barbarossa se mantiene firme en su postura: “No se toca a los muertos”. En un mundo donde el morbo parece reinar, su mensaje resuena con una claridad desgarradora.