En un tenso enfrentamiento en el Congreso, el diputado Juan Marino se dirigió a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con un discurso incendiario que resonó en las paredes del recinto. “No hay cárcel en el mundo que pueda albergar a un pueblo entero que lucha”, exclamó Marino, desafiando la postura del gobierno ante la creciente crisis económica y social que afecta a Argentina.
El ambiente estaba cargado de tensión mientras Marino denunciaba los “tarifazos brutales” y despidos masivos que han llevado a muchos argentinos al límite. “El pueblo va a salir a luchar”, afirmó, cuestionando la falta de un plan económico claro por parte del gobierno y señalando que las medidas actuales solo agravan la situación. Su voz se elevó, resonando con la frustración de una ciudadanía que siente que su dignidad está siendo pisoteada.
Marino exigió a Bullrich que publicara una lista de lugares donde la gente pudiera protestar, en un intento de desmantelar lo que considera un intento de criminalizar la protesta. “¿Qué harán si los vecinos salen a la calle a reclamar por la falta de luz?”, preguntó, sugiriendo que el gobierno está más interesado en reprimir que en escuchar las demandas de la población.
El diputado no se detuvo ahí; también criticó la inacción del Ministro de Economía, quien, según él, debería ser el encargado de explicar la situación económica del país. “Si esto es tan importante, ¿por qué no está aquí?”, cuestionó, dejando claro que la falta de respuesta del gobierno solo alimenta la desconfianza y el descontento social.
El cruce de palabras culminó en un llamado a la acción, un recordatorio de que la lucha por los derechos de los trabajadores y la justicia social no se detendrá ante las amenazas de represión. Con su oratoria apasionada, Marino encarnó el espíritu de un pueblo que se niega a ser silenciado, una voz que exige ser escuchada en medio de la tormenta política que azota al país.