En un intenso debate transmitido por el canal TN, el dirigente social Juan Grabois confrontó a un joven afín al candidato presidencial Javier Milei, provocando un intercambio acalorado que puso de manifiesto las tensiones políticas actuales en Argentina. Grabois, conocido por su postura crítica hacia el liberalismo, argumentó que la incapacidad de sostener un debate sin recurrir a insultos refleja una “debilidad intelectual muy grande”.
El encuentro, que rápidamente se tornó en un cruce de acusaciones, abordó temas sensibles como la violencia política y la provocación en el ámbito público. Grabois defendió su derecho a replicar ante agresiones, enfatizando que la violencia física es inaceptable, independientemente de las circunstancias. En respuesta a las afirmaciones del joven sobre infiltraciones en el movimiento La Cámpora, Grabois advirtió que tales acusaciones podrían constituir un “crimen” de inteligencia ilegal.
Durante el debate, Grabois también criticó al gobierno actual, señalando que la violencia verbal proviene de las altas esferas políticas y que esto alimenta un clima de paranoia entre la ciudadanía. “La violencia siempre va de arriba para abajo”, afirmó, sugiriendo que las declaraciones incendiarias de políticos como Patricia Bullrich han contribuido a un ambiente de hostilidad.
El diálogo se centró en la educación pública, con Grabois defendiendo su importancia y cuestionando la propuesta de Milei de privatizar el sistema educativo. A lo largo de la discusión, ambos participantes intentaron encauzar el debate hacia una confrontación de ideas, aunque las interrupciones y los ataques personales complicaron el intercambio.
El debate concluyó con un compromiso por parte de Grabois de participar en futuras discusiones en otros espacios, lo que podría abrir la puerta a un diálogo más constructivo en medio de un clima político polarizado.