Los gritos desgarradores de Diogo Jota y su hermano André resonarán para siempre en la memoria de quienes presenciaron la tragedia en la A52. Un camionero portugués, José Aleiso Duarte, se convirtió en el testigo clave de un horror que nadie estaba preparado para escuchar. En la madrugada del accidente, mientras el Lamborghini de los hermanos ardía como un demonio, sus súplicas de auxilio se filtraban entre el humo: “Ayúdame, hermano. No puedo abrir la puerta”.
La escena era apocalíptica. José, sin pensarlo, abandonó su camión y corrió hacia el vehículo en llamas, pero el fuego crecía demasiado rápido. A pesar de sus esfuerzos con un extintor y una barra de hierro, no pudo romper el cristal blindado. El horror se intensificó cuando las llamas comenzaron a devorar a los dos hombres atrapados. “No me dejes, no me dejes”, gritaba Diogo, mientras el olor a carne quemada impregnaba el aire.
Veinte minutos después, la Guardia Civil llegó, pero ya era demasiado tarde. Los cuerpos de los hermanos se encontraron entre las sombras del vehículo calcinado. Sin embargo, la tragedia no se detuvo ahí. La grabación de José, donde se escuchan los gritos de auxilio, se convirtió en un testimonio incómodo que desafiaba la versión oficial de un accidente mortal. Nadie quería escuchar su relato, pero todos querían el video.
Las preguntas comenzaron a surgir: ¿Por qué el Lamborghini se incendió tan rápido? ¿Dónde estaba el celular de Diogo, que supuestamente se había perdido en el fuego? Rumores de una posible conspiración comenzaron a circular, alimentados por la desaparición del teléfono y la caja negra del vehículo, que había sido borrada.
José, marcado por la experiencia, se enfrenta a un futuro incierto, con la certeza de que la verdad sigue oculta. Cada vez que pasa por la curva del grito, siente la necesidad de recordar. “No dejaré que los callen”, promete, mientras deja flores en el lugar donde dos hermanos murieron pidiendo ayuda. La historia de Diogo Jota y su hermano André sigue viva, un eco desgarrador que persiste en la memoria colectiva.