**ANGUSTIA NACIONAL: Martín Ortega, hijo de Palito Ortega, internado de urgencia por crisis de salud mental**
El mundo del espectáculo argentino se encuentra conmovido tras la urgente internación de Martín Ortega, hijo del icónico cantante Palito Ortega, en una clínica de salud mental. La situación se desencadenó cuando, en horas de la tarde, se recibió un llamado al 911 que alertó sobre el estado crítico de Martín, considerado peligroso para sí mismo y para los demás.
Según informaron fuentes oficiales, una ambulancia del SAME llegó a su domicilio alrededor de las 17:44, trasladando a Martín y a su hermana Julieta a una institución especializada. Este episodio no solo resalta la angustia de la familia Ortega, sino que también pone de manifiesto la complejidad de la salud mental en el país, donde las leyes actuales dificultan la internación involuntaria, a pesar de la necesidad urgente de atención.
La madre de Martín, Evangelina Salazar, había compartido anteriormente su experiencia al enterarse de la orientación 𝑠e𝑥ual de su hijo, un momento que marcó un punto de inflexión en su relación familiar. Sin embargo, el proceso de aceptación no fue inmediato, y la familia ha enfrentado un camino lleno de desafíos emocionales. La reciente crisis de Martín parece ser un recordatorio doloroso de las luchas internas que ha enfrentado a lo largo de su vida.
Los profesionales de la salud mental han señalado la urgencia de abordar estos casos, donde el consentimiento del paciente puede no ser posible debido a su estado crítico. En este contexto, la intervención judicial se convierte en una herramienta necesaria para salvaguardar la vida del individuo. Sin embargo, la falta de recursos en el sistema de salud mental argentino plantea un dilema que muchas familias enfrentan a diario.
La internación de Martín Ortega no solo es un llamado de atención sobre la salud mental, sino también un duelo en vida para aquellos que lo aman. La familia Ortega, emblemática en la cultura argentina, ahora enfrenta un nuevo capítulo de dolor y esperanza, mientras la sociedad observa con preocupación y empatía.