El escándalo del fraude electoral ha estallado en Correos, la empresa pública de servicios postales, que se niega a investigar las alarmantes irregularidades en el voto por correo de las elecciones municipales de 2019. A pesar de que la Guardia Civil ha encontrado pruebas contundentes de fraude en la oficina de Correos de Albaida de la Jarafe, Sevilla, la dirección, presidida por Pedro Saura, nombrado por Pedro Sánchez, ha optado por el silencio.
La investigación, que sigue abierta seis años después de los hechos, ha revelado cerca de un centenar de votos presuntamente fraudulentos, todos ellos tramitados sin el consentimiento de los ciudadanos. Testimonios de afectados ante la Guardia Civil indican que algunos recibieron ofertas de empleo temporal a cambio de firmar solicitudes de voto, que luego fueron manipuladas para beneficiar al Partido Socialista. A pesar de la gravedad de las acusaciones, los empleados de Correos que prometieron colaborar en la investigación han incumplido sus compromisos.
Un antiguo responsable de la oficina se ha excusado alegando su jubilación, mientras que otro, que ha sido ascendido, ha decidido permanecer al margen. El informe de la Guardia Civil es claro y documenta múltiples testimonios que confirman prácticas fraudulentas, como solicitudes gestionadas por terceros y papeletas enviadas sin la presencia de los votantes.
La negativa de Correos a actuar y la falta de respuesta institucional generan serias dudas sobre la independencia de esta empresa pública y su rol en el proceso electoral. La situación es insostenible y exige una respuesta inmediata. La integridad de nuestro sistema democrático está en juego, y la ciudadanía demanda transparencia y justicia. Este escándalo no puede quedar en la sombra. ¡Es hora de que se tomen medidas!