En un giro inesperado y explosivo, Claudio Contardi, condenado a 19 años de prisión por abuso agravado, desató el caos en la sala del tribunal al despedir a su abogado justo después de escuchar su veredicto. La tensión era palpable en el aire cuando la sentencia fue leída, pero lo que siguió fue un espectáculo sorprendente que dejó a todos los presentes atónitos.
El juicio, que se llevó a cabo en el tribunal oral en lo criminal número 2 de Zárate Campana, se tornó en un verdadero drama. Al escuchar su condena, Contardi, visiblemente alterado, comenzó a murmurar hacia su defensor, Claudio Nitzcanner. Las palabras se convirtieron rápidamente en gritos y acusaciones, culminando en la abrupta salida del abogado, quien, furioso, anunció que ya no representaría a su cliente. “No tengo idea dónde pasará la noche”, declaró el abogado, dejando a Contardi en una situación desesperada y sin defensa.
El escándalo no solo fue un colapso de la relación profesional entre el acusado y su abogado, sino también un símbolo del caos que rodea a un caso tan delicado. La mañana del 13 de agosto, la víctima, Julieta Prandi, había llegado tarde al tribunal, pero el tiempo se detuvo para Contardi, quien, al ser sentenciado, pareció perder el control. Testigos relatan que la discusión entre ambos se intensificó justo antes de que el abogado abandonara la sala, dejando a su cliente en un callejón sin salida.
Mientras Prandi finalmente ingresaba al tribunal con su exesposo esposado, la escena se convirtió en un recordatorio escalofriante de la violencia de género y la lucha por la justicia. Con la condena en mano, el abogado de Prandi, Fernando Burlando, afirmó que esta decisión es un mensaje poderoso para quienes aún permanecen en silencio.
El futuro de Contardi es incierto. Sin abogado y con una condena tan severa, su camino hacia la apelación se complica. ¿Fue su explosión un acto de desesperación o una estrategia fallida? Con el eco de su enfrentamiento aún resonando en los pasillos del tribunal, la atención se centra ahora en Prandi y su historia, mientras el drama judicial continúa desarrollándose.