Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, ha tomado medidas decisivas tras el escándalo que rodea a Santos Cerdán. En un giro inesperado, ha comunicado a varios miembros de la Ejecutiva Federal que no continuarán en sus cargos después de la renovación programada para este sábado 5 de julio. Fuentes cercanas al partido revelan que la remodelación podría afectar a hasta nueve personas, incluidos altos dirigentes que estaban muy vinculados a Cerdán.

Entre los posibles afectados se encuentra Juan Fran Serrano, adjunto de la secretaria de organización y mano derecha de Cerdán, quien fue visto en el escaño leyendo un informe incriminatorio de la AUCO. La situación es tensa y se anticipa que la renovación no será una simple purga, ya que se evitará una caza de brujas que limite las salidas al círculo íntimo del exdirigente navarro. Sin embargo, se espera que más cambios se produzcan, incluyendo la posible salida de Javier Cendón, secretario de Ciencia, Innovación y Universidades.

Esta reestructuración no solo responde a la necesidad de limpiar la imagen del partido, sino que también busca cumplir con las normas estatutarias que prohíben la acumulación de cargos orgánicos e institucionales. La presión está en aumento y el tiempo corre, ya que el Comité Federal se reunirá en breve para ratificar estos cambios cruciales.

La situación dentro del PSOE es crítica y todos los ojos están puestos en Sánchez mientras se prepara para un momento que podría redefinir el futuro del partido. La incertidumbre y la expectación marcan el ambiente político, y los próximos días serán decisivos para el rumbo del socialismo en España.